23 jul 2010

Orcas en Chubut.



Impresionante video sobre la vida de las orcas en Península Valdéz-Chubut-Patagonia argentina.

La ballena franca austral-Avistaje en Puerto Pirámides-Chubut-Patagonia argentina.

Avistaje de ballenas en Puerto Pirámides-Chubut-Patagonia argentina






 En Junio comenzaron a llegar a la costa de la Patagonia. Este es un buen momento para informarse sobre el avistaje y tal vez decidirse a viajar y ver las ballenas en Puerto Pirámides.

Al subirse a una de estas lanchas o gomones, llama la atención enseguida la cantidad de extranjeros a bordo. Es que hacer esta excursión de una hora puede ser una de las experiencias mas incomparables que existen. La Península y la magia de las ballenas atraen a turistas de todo el mundo y todos quieren vivir esa experiencia inolvidable de acercarse a una de ellas.
Es ideal hacer esta visita entre Septiembre y Diciembre. En esa época el número de 
ballenas es grande y las posibilidades de avistaje rápido es mayor. Pero aún a fines de Diciembre es posible tener la suerte de encontrar algún espécimen rezagado.
 Se sale del pequeño puerto. La embarcación se llena de aventureros vestidos en los impermeables que la empresa facilita para mantenerse secos, arriba de los cuales todos deben colocarse el obligatorio salvavidas. Todo está muy organizado, uno se siente seguro.
Se arriba hasta donde está la ballena luego de navegar un tiempo y distancia que depende de la época del año, generalmente no más de 15 minutos. Los capitanes intercambian información y así saben donde están las ballenas cada día.
Entonces se apaga el motor de la embarcación, para no molestarlas, y por unos momentos parece sólo existir la naturaleza. Ahí nomás, al alcance de la mano, asoma su piel. Y viendo más allá, se observa que el largo de la ballena sobrepasa al de la lancha. Es imponente. De vez en cuando emite algún sonido, que acompaña el soplido del viento en esta parte del mar. Y el cielo y a lo lejos, los acantilados, enmarcan esta escena.
Si tenemos suerte (y nadie puede garantizar que esto sucederá en nuestro avistaje) la ballena saltará, mostrando gran parte de su enorme cuerpo fuera del agua elevando su masa en un gesto que por lo elegante parece desafiar la gravedad, o elevará su cola regalándonos las clásica fotografía.
Claro, los clicks de las cámaras fotográficas no dejan de sonar, ni los comentarios asombrados y el movimiento de los pasajeros que buscan el mejor lugar para no perderse un detalle. El capitán y los ayudantes asisten a los turistas, organizando el movimiento de gente para que nadie se quede sin ver y dando explicaciones.
El avistaje de ballenas dura 45 minutos, ese tiempo está regulado para evitar molestar a los animales y maximizar el número de personas que pueden hacer la travesía cada día. Esos minutos en el medio del golfo, serán inolvidables.

17 jul 2010

"Andanzas de Saint Exúpery en la Patagonia"(por Adrián Duplatt)


Camila Aloyz de Simonato siempre estuvo relacionada con la aviación. Cuenta que era chiquita cuando los pilotos comenzaron a ir a su casa. "Me acuerdo que la primera vez que los vi, me asusté... con esos sacos grandes de cuero, esos cascos, las antiparras... parecían monstruos".

Con el tiempo los fue conociendo a todos los "muchachos de la aviación", como le gusta llamarlos. "Siempre entraron por la puerta de la cocina, pues eran amigos de papá o de mi tío... aunque estuvieran en el hotel, igual pasaban a saludar a mamá, a la abuela... a ella la adoraban... creo que era como un refugio para ellos... llegaban a decir que para las bienvenidas cálidas, no había gente como la patagónica, en ningún lugar del mundo... así como ellos nos abrían los cielos para nosotros, nosotros les abríamos los hogares...".
Los primeros aviadores fueron, Giyane, Bernos, Saint Exupery. "Estos hombres nos trajeron el mundo a nuestra Patagonia -relata Camila- despejaban el cielo... teníamos que cuidarlos... ellos abrieron las rutas, las exploraron, dijeron 'el clima es así', 'puede esperarse tal cosa'... después todo era más fácil...".

Volar no era sencillo en el clima patagónico. El viento y el frío eran moneda corriente y pocos se aventuraban a desafiarlos. "Me acuerdo que se ponían diarios entre el pecho y la espalda, para protegerse... se calefaccionaban con un anafe del tamaño de una pelota de rugby, no tan puntuda, de cobre, a la que le ponían barritas de alcohol solidificado... era lo único...".

A la madre de Camila en una oportunidad le habían regalado unas manoplas de cuero de lobito de mar y se las regaló a Antoine de Saint Exupery... "eran más calentitos que los que tenían los dedos separados... él estuvo siempre agradecido y cuando regresó de París, de su viaje nocturno, le trajo el perfume que habían lanzado en su honor... lo usamos todos...".
Ella afirma que el libro más importante de Saint Exupery no es El principito. "El escribió una trilogía que todos deberían leer, se llama Wind, sand and stars -Viento, arena y estrellas-... en la primera parte relata sobre la Patagonia... por qué son los vientos... después continúa con sus vuelos sobre el Sahara y termina con su vuelo de noche, pues fue el primero en volar de noche, guiado sólo por las estrellas...".
Otro pionero que Camila recuerda con cariño es Casimiro Szlápelis. "Con sus mejillas rojizas ya curtidas por el sol y el viento, y esos ojos claros que parecían que se reían solos, volaba...le tiraba caramelos a los chicos de la escuela, cuando estaban en recreo... él decía que jamás salía sin un rollo de alambre, porque él arreglaba todo con alambre...".
Cierta vez Casimiro se apareció en la casa de Camila con Jorge Tataroff, un médico recién llegado de Europa y que se había radicado en Río Senguer, a unos 300 kilómetros al oeste de Comodoro. Tataroff apenas hablaba el castellano pero igual se hacía entender entre los pobladores. "Casimiro -cuenta Camila- cada dos por tres lo llevaba en su avión, sobre todo en casos de emergencia... esa vez que llegaron a casa, el vuelo había estado muy, muy agitado... Juan (mi marido) le preguntó al médico:
-¿Y Tata... qué tal el viaje...?
Y Tataroff, aún pálido, le respondió: "Ah, ché... todavía tengo huevas en garganta...".

Historias que se amontonan en la garganta de Camila, mezcla de nostalgia con alegría. Aunque quiera no podrá olvidar nunca a Próspero Palazzo, a Mingo Yrigoyen, a quien le decían "el miyonario", porque tenía más de un millón de horas de vuelo, a Grosso, a Luro Cambaceri, a Tula, a los hermanos Tomás y Norberto Fernández, y a tantos otros.

"Eran gente de un coraje increíble, personas muy especiales... algunos eran prófugos... pero todos tenían algo más... eran locos lindos...".

"El viento en la Patagonia": Recuerdos-Aventuras



 Doña Camila de Simonato, una pobladora de Comodoro, recuerda a los aviadores pioneros.
  Camila Raquel Aloyz de Simonato es una mujer robusta, canosa y bien plantada, a pesar de su notable problema de cadera. Un bastón de roble marca sus pasos, guiados por unos vivaces ojos color miel. El rostro, maquillado para las visitas, se engalana con una sonrisa cuando empieza a recordar aquellos tiempos de proezas en el aire.
Camila es hija de Julio Aloyz y Camila Giubetich. Su padre, "el ruso loco", fue el que insistió para que alisaran una cancha de golf para que aterrizaran los primeros aviones que fueron a la Patagonia. Además, su padre tuvo la agencia de Aeroposta Francesa y luego la de Aerolíneas.
"Terminé mis estudios a los nueve años en el colegio María Auxiliadora de San Julián (a unos 450 kilómetros al sur de Comodoro Rivadavia) -cuenta Camila- y de ahí me fui a North Lands, en Capital Federal, a dos cuadras de la quinta presidencial de Olivos. Ibamos en barco: el Asturiano, el Comodoro o el José Hernández".
Cuando iba a Buenos Aires no volvía a la Patagonia por nueve meses, se quedaba pupila en el colegio. El viaje por barco demandaba 7 ó 9 días y las vacaciones de invierno no alcanzaban para realizar el recorrido de ida y vuelta por mar. En invierno no se volaba, y menos con chicos.

"En diciembre de 1931 hice mi primer viaje en avión, tenía 10 años... vine acompañada de un matrimonio, recién casados, el doctor Fernández con su señora, Alicia... eran de Puerto Deseado, y un señor Durán, muy gordo... cuando el matrimonio descendió, el piloto -que no era otro que Palazzo- dijo: 'Durán sentáte en el medio que me desequilibrás todo, y vos Camilita sentáte donde quieras, si querés acostáte en el asiento de enfrente', y me dio un caramelo... Volar era como un sueño, estaba maravillada... ese viaje no me lo quita nadie de la cabeza".

"Nunca tuve miedo de volar porque, como a toda chiquilla patagónica, me encantaba jugar con el viento... además, de chica, yo era más loca que una cabra... con mis amigas nos poníamos en contra de las ráfagas con un poncho, con una campera, con lo que tuviéramos a mano y dejábamos que el viento nos llevara... cuando aflojaba, nos caíamos, y nos volvíamos a levantar y otra vez... por eso yo digo que el niño patagónico cuando crece en ese ambiente, crece fuerte, fuerte de carácter, porque a nosotros nos hace fuerte el clima".

Pero ella está consciente que el ser fuerte no quiere decir no tener miedo, que eso es una fanfarronada mentirosa. "Como todo el mundo tenés un momento de miedo cuando estás por subir o por ahí si te agarra un pozo de aire o se te zarandea el avión, te da miedo... el no-miedo no existe... el tic tac de tu corazón lo sentís... pero uno superaba todo eso porque era tan maravilloso poder volar de vuelta a casa...".

Hoy, Camila, se siente desprotegida y desconectada del resto del país. La suspensión de los vuelos de Lineas Aéreas del Estado (LADE) dejó abandonados a su suerte a muchos pueblos de la Patagonia. "LADE, cuando las estancias quedaban aisladas por las heladas, desde arriba nos tiraba alimentos y remedios, nos cuidaba... ahora estamos desnudos... la suspensión de los vuelos ha significado un retroceso.. todo se piensa en términos monetarios... se extraña el paso del 'lechero', como le decíamos a los aviones de LADE...".
Camila se levanta temprano todos los días, prepara el mate y lee el diario, "para sacudir las neuronas", dice sonriente. Su cuerpo, esculpido por los años, cada tanto le pide una tregua y se retira a descansar. Un libro invariablemente la acompaña junto a la cama. Después, ya repuesta, continuará con sus faenas cotidianas, escribirá y pintará (sus actuales aficiones). Y contará sus recuerdos. Siempre hay una mano curiosa golpeando a su puerta.

       



"El viento en la Patagonia": Carrovelismo



Y como hay otros patagónicos para quienes es factible el dicho de que "si no puedes luchar contra tu enemigo únete a él", también es que han aprovechado el viento de otra forma: para la recreación. Así, aquí ha tenido un amplio desarrollo el carrovelismo, un deporte que se practica sobre la arena plana en una especie de bote a velas impulsado por supuesto, por el viento. Este deporte se desarrolla especialmente en la playas de Rada Tilly, cerca también de Comodoro Rivadavia.

"El viento en la Patagonia" (Un recurso que se está aprovechando"




El viajero notará esa brisa ligera o ese ventarrón indomable correr libre entre las mesetas y en las ciudades también. Hacia el sur y en las costas, este elemento se torna mas común aún.

Cuando se empecina, el viento hace cerrar los ojos y luchar a los habitantes de estos lares, motivo por el cual no siempre ha sido bienvenido. Sin embargo, hace casi una década que lo están mirando con otros ojos: con los ojos del aprovechamiento económico a través de la energía eólica. Especialmente en Comodoro Rivadavia, Chubut, lugar ya bendecido por albergar reservas de petróleo. Allí se ha construido el mayor Parque eólico de Sudamérica. Un parque de molinos de viento encargados de generar energía eólica, considerada la energía del futuro por ser no contaminante y renovable, a diferencia de otras como la generada por el petróleo.

3 jul 2010

"Nuestra lengua", según Quino.

¡¡La lengua castellana es machista!!...¡¡No lo puedo creer!!




 
ZORRO = Héroe justiciero.

ZORRA = Puta.



PERRO = Mejor amigo del hombre.

PERRA = Puta.



AVENTURERO = Osado, valiente, arriesgado.

AVENTURERA = Puta.



CUALQUIER = Fulano, Mengano, Zutano.

CUALQUIERA = Puta.







CALLEJERO = De la calle, urbano.

CALLEJERA = Puta.



HOMBREZUELO = Hombrecillo, mínimo, pequeño.

MUJERZUELA = Puta.



HOMBRE PÚBLICO = Personaje prominente. Funcionario público.

MUJER PÚBLICA = Puta.



HOMBRE DE LA VIDA = Hombre de gran experiencia.

MUJER DE LA VIDA = Puta.



PUTO = Homosexual.

PUTA = Puta.





HEROE = Ídolo.

HEROÍNA = Droga.



ATREVIDO = Osado, valiente.

ATREVIDA = Insolente, mal educada.



SOLTERO = Codiciado, inteligente, hábil.

SOLTERA = Quedada, lenta, ya se Le fue el tren.



SUEGRO = Padre político.

SUEGRA = Bruja, metiche, etc.



MACHISTA = Hombre macho.

FEMINISTA = Lesbiana.



DON JUAN = Hombre en todo su sentido.

DOÑA JUANA = La mujer de la limpieza.























"Manos", de Roberto Hilton Foot

Sobre una suave pendiente que se pierde en un tenebroso cañadón, el coirón se agita ante las ráfagas violentas. Es extraño que al clarear nomás, el viento castigue con tanta dureza, los ojos se entrecierran para evitar el polvo, el cuerpo se inclina previendo los repentinos empujones del Pampero, las voces se apagan por el esfuerzo, aún con frío se suda.
Cavar es siempre una labor desagradable, y esta estepa patagónica, con su canto rodado y su roca gris de basalto lo hace aún mas duro. Las manos, aunque curtidas por las labores del campo en largos arreos y agotadoras esquilas, deben resignarse a sufrir por el frío y el esfuerzo. En la aspereza de sus palmas pueden leerse sus historias. Uno de los hombres, con un pico, logra romper las rocas que otros con palas, remueven; no son muchos los que quieren perder demasiado tiempo en esta ingrata tarea.
Desde el filo de la cuesta unas sombras humanas se proyectan, anunciando al sol que se eleva sobre el horizonte, en pocos minutos una luz muy tenue alcanza la pared del cañadón, el frío sin embargo no cesa ni perdona, a los que expuestos, trabajan.
Algunos se afanan por terminar; unos pocos en cambio con ingenua lentitud buscan hacer eternos esos momentos. Hay uno que no trabaja, tozudamente se mantiene apartado, parece recordar, acaso otros sonidos, otros colores y otros paisajes. Hay otro que se toma las manos y llora, es extraño pues no parece que todo esto sea posible: ni esta tierra de ausencias y olvidos, ni los designios salvajes de los hombres, ni la memoria, nada parece ahora real. Desde el Este se percibe con dificultad el sonido de un motor que se acerca. Algunos adivinan el fin de toda esperanza.
El auto se sacude siguiendo una huella que sólo el ojo del baqueano puede percibir. Unos capones corren espantados hacia el bajo. Son las nueve, ya nadie cava, casi nadie habla, es poco en verdad lo que se puede decir. Las palas yacen apiladas junto a una mata, algunos fuman, otros han hecho ronda, se buscan en una mirada, un consuelo o una palmada.
Los que estaban en la cima de la pendiente aprestan sus uniformes y sus armas y ahora se mueven. Descienden juntos en hilera, se los nota a disgusto, se desplazan con lentitud, su paso no es marcial, sólo uno de ellos parece decidido a terminar. Todavía se escucha el llanto de uno de los hombres, los rostros de todos se tensan, el sol ahora los alcanza. Ya no duelen las manos, ni siquiera el viento importa ahora. Aquello que no parecía posible, que de tan terrible se negaba, comenzó inexorablemente a ocurrir. Una palabra en medio de todos, una palabra asesina que es una orden, un sonido metálico al que sigue un grito, un mortal estruendo y toda la fila de condenados con sangre en sus pechos, sus rostros y manos caen en las tumbas que se han cavado.





16 jun 2010

"Un poco de humor"

LÓGICA:
Un niño fue golpeado por la vecina y la madre furiosa fue a pedirle explicaciones:



- Por qué le pegó a mi hijo?

- Por maleducado, me llamó gorda.

- Y cree que pegándole va a adelgazar?


EN UNA OFICINA ÁRABE:



- Nombre?

- Abu Abdalah Sarafi

- Sexo?

- ¡4 veces por semana!

- No, no, no! - ¿hombre o mujer?

- Hombre, mujer...y algunas veces camello...

EMERGENCIA:



El electricista va a la sala de Unidad de Tratamientos Intensivos de un hospital, mira a los pacientes conectados a diversos tipos de aparatos y les dice:

- Respiren profundo: -¡voy a cambiar un fusible!



CONFESIÓN:



El condenado a muerte espera la hora de ejecución, cuando llega el padre:

- Hijo, traigo la palabra de Dios para ti.

- Pierde el tiempo padre. Dentro de poco voy a hablar con el personalmente. ¿Algún encargo?





VELORIO:



El hombre acaba de morir.

El cura en la ceremonia se extiende con los elogios:

- El finado era un buen marido, excelente cristiano, un padre ejemplar!!...

La viuda se vuelve hacia uno de sus hijos y le dice al oído:

- Anda a la caja y mira si es tu papá el que está adentro.








13 jun 2010

Dinosaurios en Patagonia

Hace unos años, paleontólogos encontraron en la Patagonia Argentina (Neuquén), fósiles de un dinosaurio carnívoro con similitudes a un pájaro.

Fósiles de esta especie nunca había sido encontrada en Sudamérica.

Si en Norteamérica y Asia.


Patagonia: Tierra de dinosaurios

Cuna del más grande de los dinosaurios hallado hasta el momento, la profunda Patagonia Argentina es un lugar ideal para acercarse a los secretos de los orígenes de la vida en el planeta. Restos fósiles y museos temáticos de relevancia internacional, permiten acercarse a la apasionante historia de las distintas eras de la Tierra. Expertos guías enriquecen la visita a los distintos yacimientos paleontológicos
Cuna del más grande de los dinosaurios hallado hasta el momento, la profunda Patagonia Argentina es un lugar ideal para acercarse a los secretos de los orígenes de la vida en el planeta. Restos fósiles y museos temáticos de relevancia internacional, permiten acercarse a la apasionante historia de las distintas eras de la Tierra. Expertos guías enriquecen la visita a los distintos yacimientos paleontológicos.
La inquietante y enigmática estepa patagónica atesora vestigios que datan de millones de años. Descubrirlos es una experiencia fascinante

Neuquén

A la vanguardia en la extracción y estudio de fósiles -especialmente vertebrados terrestres e invertebrados marinos- Neuquén invita a internarse en el mundo de estos gigantes patagónicos. El Centro Paleontológico Lago Barreales, los museos de Villa El Chocón, Plaza Huincul y Rincón de los Sauces exhiben increíbles hallazgos que sorprenden a cada visitante. El dinosaurio carnívoro más grande del mundo hallado hasta el momento y un herbívoro de gigantescas dimensiones, huellas petrificadas y huevos de dinosaurios en sus nidos, constituyen fenómenos únicos que caracterizan la Estepa de los Dinosaurios en Neuquén.

Río Negro

Desde Cipolletti se puede acceder al Parque Cretácico donde se exhiben restos fósiles y huellas petrificadas de animales prehistóricos. “El Anfiteatro” muestra las distintas capas geológicas, de 100 a 60 millones de años de antigüedad, y fósiles de dinosaurios que datan de 100 millones de años. Especies marinas de 75 millones de años de antigüedad, como los restos de plesiosaurios y de mosasaurios fueron hallados en el Bajo de Santa Rosa, a 150 km. de la localidad de Lamarque. La provincia también invita a visitar interesantes museos: el Museo Provincial "Carlos Ameghino" en Cipolletti, el Museo Municipal Lamarque y el Museo Municipal Luis Beltrán.


Chubut

En la ciudad de Trelew junto al Parque Paleontológico Bryn Gwyn, se encuentra el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) -uno de los museos más importantes de toda Sudamérica en su especialidad. El MEF posee una importante muestra que se enriquece con programas educativos para aficionados a la paleontología y ciencias naturales de todo el mundo. Los programas dedicados a los más chicos, les permiten jugar y aprender en sus salas y laboratorios. Por su parte, el Bosque Petrificado de Sarmiento, con troncos de árboles milenarios que han sido testigos de la prehistoria; y el Valle de los Gigantes, con la representación en vida de importantes dinosaurios, conforman un paisaje que no puede dejar de conocer.



Fuente: Ente Patagonia Turística

http://www.patagoniaturistica.org.ar



Sobre el Ente Patagonia Turística

El Ente Regional Oficial de Turismo “Patagonia Turística” está integrado por los Organismos Oficiales de Turismo de las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.


11 jun 2010

"Patagonia:Tierra de dinosaurios"

Si pudiéramos dar un gigantesco salto atrás en el tiempo y aterrizar en mitad de lo que fue el paisaje patagónico hace millones de años, descubriríamos cosas sorprendentes y que no estábamos solos.
Lo que es hoy casi un desierto cubierto por estepas, cerros y cañadones, lucía en esos tiempos inmemoriales una lujuriosa vegetación: helechos gigantescos, altas araucarias y cicadales cubrían un territorio que era azotado por incesantes lluvias, que formaban pantanos y charcas. Ese era el paisaje patagónico de los dinosaurios. Es que en esos tiempos arcaicos, hace cientos de millones de años, la Patagonia era un territorio cálido y la que actualmente llamamos Antártida, estaba cubierta por espesos bosques. Durante aproximadamente 160 millones de años, dinosaurios de todo tipo y tamaño habitaron ese territorio y llegaron a ser el grupo de animales dominantes durante casi toda la era Mesozoica (especialmente durante el período Triásico superior, el Jurásico y el Cretácico). Pero, durante el Triásico, cuando los dinosaurios todavía no poblaban masivamente estas tierras, existían numerosas especies de animales de gran tamaño como los anfibios laberindontes. Estos antiguos antepasados de los reptiles y mamíferos, que merodeaban por los pantanos, riachos y lagunas junto a grandes sapos y cocodrilos primitivos y macizos rincosaurios. Mientras que en la tierra proliferaban los antepasados de los dinosaurios, los tecodontes, unos pequeños reptiles con los dientes afilados y cuerpo semejante al de un lagarto, que caminaban sobre sus patas traseras, utilizando su larga cola para mantener el equilibrio. En esos paisajes, dominaban las araucarias, formando grandes bosques elevados, rodeados por espesuras de equicetos y helechos.
El territorio de lo que es hoy Argentina, formaban parte durante el Triásico del llamado supercontinente Gondwana, que ya se había separado de la gran masa del continente primigenio o Pangea.

"Un árbol"


Un árbol se eleva
hasta el extremo de los cielos
que lo cobijan.
Golpea con dispersa voz.
El árbol contra el cielo, contra el árbol.
Es la lluvia encerrada en tan poco espacio.
Golpea con las ramas la voz del dolor.
No hagas tal fuerza porque te oigan,
yo te cedo mis dedos, mis ramas.
Así podrás raspar, arañar, gritar,
Y no solamente llorar.

Emilio Westphalen

10 jun 2010

"Patagonia Incierta", de Roberto Hilson Foot

Hay atronadores silencios en tu historia,

forzados vacios en tus campos esteparios,

ausencias fraudulentas en los cañadones

de letanías insondables.



Tantos nombres en los palimpsestos

tantos hombres extraviados

allí donde mienten

el vacio y la ausencia.



Que los temporales no silencien

en la tierra acústica de espacios inciertos

aquellos relatos que han perdurado

aunque de a poco hayan querido matarlos.



He buscado por caminos olvidados

sobre tierras de salobre aridez

donde se han ido extraviando mis huellas

algún sentido en la sangre.



¿Quién ha arrasado tu memoria?

¿Dónde han escondido tus secretos?

Sabido es que nos mienten los olvidos

de aquellos cómplices de tu historia.







Si acaso piensas en mí, te cantaré cuando el anochecer lluvioso..., Rabindranath Tagore

Si acaso piensas en mí, te cantaré cuando el anochecer lluvioso

suelta sus sombras por el río, arrastrando, lento, su luz vaga hacia el ocaso;

cuando lo que queda del día es ya demasiado poco para trabajar o jugar.

Te sentarás sola en el balcón que da al Sur, y yo me pondré a cantarte

en el cuarto oscuro. El olor de las hojas mojadas entrará por la ventana,

en el crepúsculo creciente, y los vientos tormentosos

clamorearán en los cocoteros.

Traerán la lámpara encendida al cuarto, y entonces me iré yo. Y tú, quizá, entonces, escucharás la noche,

y oirás mi canción cuando esté yo callado.

5 jun 2010

"El amanecer", leyenda patagónica



El cielo del amanecer no tenía color, era simplemente blanco lechoso, pero una noche, ya cercano al amanecer el gigante Noshtex (Gigante perverso, Padre de Elal), asesinó a la nube que tenía prisionera y arrojó su cuerpo ensangrentado al espacio para no ser descubierto. Sin embargo la sangre que manaba abundante, salpicó al firmamento y chorreó largamente. Cuando comenzó a salir el sol, iluminó la trágica escena y, asombrados, los indios vieron enrojecerse más y más el cielo; por la tarde se repitió la escena y así día tras día hasta el infinito del tiempo. Los patagónicos suelen mirar extasiados los amaneceres y las puestas del sol recordando, en el silencio de las inmensidades, el origen de los cielos más lindos de la tierra.

4 jun 2010

Patagonia argentina

3 jun 2010

"Con la cara al viento", Rayzel

Allí estás otra vez

Con el cabello desordenado,

Con el polvo en los ojos

Sintiendo las caricias del viento

Es arrebatador, juguetón

Toca tus piernas

Levanta tu falda

Y deja ver tus glúteos.

Te sonrojas,

y sonríes un momento

Por la ocurrencia y la picardía

Que dura sólo un momento.

Te envuelves en tu abrigo,

Ya precavida

Y continúas tu marcha.

Rayzel

"Viaje hacia lo desconocido". En"Los ojos verdes del invierno", de Rayzel


De naturaleza curiosa e intrépida, muy audaz en mi juventud, con amor a la aventura, y por cierto, nada me producía miedo entonces. Un día decidí partir, acababa de obtener el título de profesora para la enseñanza primaria, es decir, me sentía preparada para comenzar a independizarme y trabajar en algún lugar del mundo, cualquiera me daba igual. Lo importante era salir de donde estaba, y recorrer otros sitios que albergarían los sueños de una joven docente, entusiasta y valiente.
Sólo preparé mi equipaje, simple, liviano y me dirigí a la terminal de colectivos de la ciudad. Ya no había más opciones ni tiempo para cambiar de idea, pues ya tenía mi pasaje comprado y la decisión firme de viajar hacia el sur de la Argentina. No conocía las provincias del sur de mi país, solamente en postales o algunas fotos, que lograron atraparme por la belleza de los paisajes. Tampoco tenía gente conocida. Es decir, estaría sola frente a un mundo desconocido, pero estaba llena de expectativas y de miles de proyectos. Quería fundamentalmente, aplicar mis conocimientos para desarrollarme como una buena profesional en el aula. Sentía en ese momento que tenía tanto para dar, tanto para compartir y tanto para ser yo misma en un espacio que tal vez me agradaría o no, pero que me daría la oportunidad de comenzar a brindarme a los demás desde el lugar que elegí.
El colectivo estaba por salir, me despedí de mi madre y observé sus ojos llenos de lágrimas, y confieso que a mí también se me escaparon algunas, pero era el momento de mostrarme fuerte y decidida, y al fin, contenta por comenzar a vivir una aventura que jamás olvidaría, en ese instante recordé una frase que alguna vez leí,…”Habrá quienes volarán con Juan Salvador Gaviota por lugares de encanto y aventura, y gozarán como él de una luminosa libertad. Para unos y otros será una experiencia que jamás olvidarán”… Richard Bach
Los primeros kilómetros recorridos me trajeron algo de nostalgias, recuerdos de amigos que tal vez los vería mucho tiempo después o quizá no los volvería a ver, y también pensé que conocería otra gente, colegas, otros amigos… eso trajo alivio a mi corazón y en verdad me alegré al pensar en todas las experiencias nuevas que viviría, y ciertamente, jamás sentí miedo de lo que vendría o de lo que tendría que enfrentar.
A medida que avanzábamos, yo miraba curiosa a través de la ventanilla, sobre todo los nuevos lugares, ciudades como todas pero diferentes a la vez, por la disposición de sus calles, el paisaje, otra flora. Me parecía increíble ver cómo cambiaba el color de la tierra y el tipo de vegetación, a medida que me alejaba de mi terruño. La zona cercana a Río Negro ya iba mostrando la estepa, alternada con hermosos valles y zona de frutales, manzanas principalmente. Al cruzar el Río Colorado , ya nos encontrábamos en la región patagónica propiamente dicha, la Patagonia comenzaba a mostrarse en todo su esplendor, con su vegetación achaparrada, arbustos bajos y esparcidos, que dejan bastante suelo libre entre uno y otro, matas y matas a lo largo del camino, que en algún momento se me ocurrió infinito.
Para llegar de un lugar a otro había que recorrer muchos kilómetros, se notaba que a medida que avanzábamos al sur, las distancias eran más grandes entre una y otra población. De pronto, quedé maravillada de ver a un grupo de guanacos y más adelante unos choiques corriendo como locos por las pampas, y de trecho en trecho por la carretera se veían aplastados por las llantas de los vehículos algunas liebres o piches.
¿Hacia dónde voy?... me dije a mi misma, mientras observaba ese paisaje desconocido: aridez, vientos secos que soplan con intensidad, bajas temperaturas, polvo flotando en el ambiente.
Sentía algo de incertidumbre, sabía que es natural ante lo nuevo, pero no sentía miedo, sino más bien curiosidad. Estaba ya tan lejos, miles de kilómetros hacia el sur del país, hacia lo inimaginable e ignoto.
Continuaba mirando por la ventanilla del colectivo, tratando de imaginarme a mí misma dentro de esos lugares inhóspitos.
Más aún, no terminaba de llenarme de asombro, cuando llegamos a la ciudad de Puerto Madryn , la que me pareció bellísima, sobre todo porque era la primera vez que veía el mar, el mar infinito, bello, imponente y misterioso. Al descender unos minutos allí, respiré profundo, agradeciendo a Dios por lo que me estaba permitiendo conocer y experimentar tantas y tantas sensaciones nuevas.
El destino final era la ciudad de Comodoro Rivadavia . Estaba oscureciendo y entre las sombras de la noche que se aproximaban, se empezaron a distinguir las luces de la urbe. Curioso lugar, linda ciudad flanqueada por el cerro Chenque , discontinua, “colgada” de las laderas de los cerros, con barrios dispersos, enclavados en el fondo de los cañadones o contorneando la costa. Al llegar se sentía correr el viento, parecían lejanos silbidos que provocaban las ráfagas muy intensas por momentos.
Debía quedarme un par de días allí para realizar los trámites correspondientes a mi ubicación, en algún lugar para trabajar. Aproveché ese corto tiempo para recorrer algunas calles, en ellas encontré lo característico de estas tierras: el viento. Me pareció profundamente juguetón al principio, pues se desplazaba entre mis piernas jugueteando con mi falda, o intentaba sacarme de las manos unos papeles que llevaba, me despeinaba, me acariciaba, intentaba retrasar mi paso, yo debía hacer más esfuerzo para avanzar. Me resultó gracioso ver algunos árboles cubiertos de bolsitas de polietileno, o de pronto ver pasar a gran velocidad un montón de bolsas, cajas y papeles llevadas por el viento. Y al tocar mi rostro descubrí que estaba cubierto de polvo, tenía el cabello desordenado, y a mis ojos los sentía irritados. Estaba entrando en contacto con cosas nuevas, con sensaciones nuevas, el viento patagónico, fiel a su tierra se estaba presentando, manifestándose, recibiéndome tal vez.
Fui designada para trabajar en Alto Río Senguerr , ese sería mi lugar… Ansiosa preparé mis cosas y emprendí el viaje hacia ese sitio, desconocido también, pero lleno de magia y de ilusiones. Allí conocería a mis primeros alumnos, y con ellos empezaría mi larga experiencia como docente.











"El Chaltén" o Fitz Roy...Leyenda.

El escudo de la Provincia de Santa Cruz no sólo es el emblema de lo más representativo de su suelo, sino que simboliza lo más preciado de las tradiciones aónikenk del pueblo Chónek.
Una de las pocas montañas a la que le conocemos el nombre impuesto por los primitivos habitantes, es el Chaltén, llamado Fitz Roy por el hombre blanco. Este nombre significa “Azulado” ya que es el tono de color con que se lo ve permanentemente. Cuando Elal (nombre propio del héroe de los Tsonekas) transportado por el cisne, llegó a la cúspide del Chaltén, pudo admirar desde allí la grandeza y hermosura de la tierra que sería en el futuro, su tierra.
Mientras Elal descendía por las empinadas barrancas, salieron a su encuentro dos terribles enemigos, Kokesne y Shie (Frío y Nieve) a los que derrotó el héroe golpeando dos pedernales que originaron el fuego. Tanto fue el estupor, que temiendo que Elal les enseñase la forma de hacer fuego a las aves y animales, se alejaron dejándolo descender del cerro.
El Chaltén, por haber sido el primer punto de contacto entre Elal y la Patagonia, es considerado sagrado.



Fuente: Libro Joiuen Tsoneka “Leyendas Tehuelches” de Mario Echeverría Baleta






"Leyenda del Amancay"

A las orillas de un correntoso río cordillerano, cuyo nacimiento estaba en un tranquilo lago encerrado entre montañas nevadas, vivía una tribu de indígenas mapuches. Quintral, hijo del cacique, era un apuesto joven al que le gustaba recorrer la orilla del río cazando y pescando; y así llegaba hasta el brillante espejo del lago.
Fue en uno de esos paseos que conoció a Amancay, una hermosa y sencilla muchacha, quien se enamoró de aquél joven apuesto y valiente. Pero esos sentimientos de mutua atracción se transformaron en amor irrealizable, puesto que una muchacha de origen humilde no podía pretender al hijo del cacique. De esta manera fue pasando el tiempo, hasta que un día llegó hasta ellos una epidemia que comenzó a diezmar la tribu, cayendo enfermo el joven indígena. Ante la imposibilidad de lograr su mejoría, y enterada Amancay, consultó a una Machi (curandera), quien le confió el secreto para obtener el remedio. El mismo consistía en una infusión preparada con una flor que crecía en las cumbres heladas.
A sabiendas del peligro que corría, pero impulsada por el amor hacia el joven, Amancay se lanzó a la temeraria empresa, logrando su fin. Ya en el descenso, feliz por haber logrado su cometido, al pie de una hermosa cascada, vio cernirse sobre ella la amenazante figura del cóndor, quien le exigió que abandonara la preciada flor. Ante la negativa de Amancay, propuso a ésta que le dejase en cambio su corazón, lo cuál aceptó la joven sin titubear. El rey de las alturas se alejó con el pequeño corazón entre sus garras, emprendiendo vuelo hacia su morada, tiñendo de gotas rojas su camino, con la sangre que manaba del corazón. Y en aquellos lugares regados y vivificados con la sangre de aquella indiecita, fue creciendo una preciosa flor de varios pétalos, bella como su origen, teñida con gotas rojas de la sangre que había sido derramada en ofrenda a aquel sentimiento, queriendo pregonar de esta manera, un mensaje de amor por todos los valles y montañas de la cordillera.










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